La plataforma contra las inmatriculaciones solicita “un informe con recomendaciones y exigencias” para el enclave como Patrimonio Mundial
SEVILLA, 30 (EUROPA PRESS)
La plataforma de Sevilla contraria a la inmatriculación de bienes acometida a su favor por la Iglesia Católica entre 1998 y 2015 ha elevado un escrito al Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos por sus siglas en inglés), organismo asesor de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco), en demanda de que “analice la situación” actual del Patio de los Naranjos, “privatizado de facto” como “parte de la visita de pago” a la Catedral hispalense, declarada Patrimonio Mundial en 1987.
El citado colectivo, recordémoslo, promueve una campaña destinada a pedir al Cabildo Catedralicio, adscrito a la Archidiócesis de Sevilla, “la apertura inmediata” del Patio de los Naranjos, al objeto de que el mismo recupere su papel como espacio público.
En ese sentido, la plataforma expone en su escrito a Icomos, recogido por Europa Press, que “desde su construcción como patio de abluciones de la mezquita aljama de la Sevilla almohade en el siglo XII, hasta su transformación en claustro de la Catedral cristiana un siglo más tarde, el Patio de los Naranjos siempre ha tenido sus puertas abiertas a lo largo del día hasta el anochecer, estableciéndose un flujo constante de comunicación de todo tipo entre la ciudad y el espacio del patio”.
“PASEAR LIBREMENTE” POR EL PATIO DE LOS NARANJOS
“Un patio siempre abierto a la ciudad. Así es recordado por generaciones de sevillanos y visitantes que han tenido la ocasión de pasear libremente por él. Un auténtico oasis donde descansar apaciblemente y tomar fotografías”, rememora el colectivo, que siempre ha defendido que este enclave es “fruto de siglos de historia construida”, pues el Patio de los Naranjos conserva la estructura original del espacio similar de la antigua mezquita almohade, contando su fuente central con una taza superior visigoda, entre otros elementos históricos.
Según el colectivo, fue en 1992, año de la exposición universal celebrada en Sevilla, cuando este espacio fue “privatizado de facto”, pues “se cerró el acceso gratuito al Patio de los Naranjos, manteniéndose desde entonces como parte de la visita de pago al conjunto catedralicio y desvirtuando su disfrute y uso secular, al convertir sus puertas en acceso exclusivo de grupos turísticos y salida de los mismos”.
Es más, como consecuencia de ello, según el colectivo, el Patio de los Naranjos ha sido “relegado” a una “posición subordinada en el conjunto de la Catedral”, pues “actúa como acceso para los grupos de visitantes con reserva previa, a través de un puesto de control instalado en el acceso de la nave del Lagarto”, donde “se ofrece a los turistas un puesto de compra de recuerdos”.
“ACCIÓN PRIVATIZADORA”
“Esta acción privatizadora se enmarca a su vez en lo que recientemente ha ocurrido con miles de espacios en todo el Estado, al amparo de una normativa lesiva para el patrimonio público, cuando se ha procedido a la inmatriculación de este espacio, junto con la Giralda, como ‘dependencias anexas’ de la Catedral, lo que no sólo le resta la personalidad que tuvo durante siglos, sino que priva a la ciudadanía del libre acceso al que tiene derecho” al estar el Patio de los Naranjos abarcado por la figura de bien de interés cultural (BIC) de la que goza el conjunto de la Catedral hispalense.
En paralelo, el colectivo considera que el Cabildo Catedralicio “incumple sus obligaciones”, después de que la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, dirigida por Jesús Maeztu, propusiese a la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de Sevilla “disponer las medidas de elaboración, discusión y aprobación de un Plan Director de la Catedral”, “como instrumento de ordenación y gestión” del monumento.
Por todo ello, la plataforma solicita a Icomos que “se interese por el estado actual del Patio de los Naranjos, analice la situación creada en los últimos años y presente a las administraciones competentes un informe con las recomendaciones y exigencias necesarias para que el Patio de los Naranjos siga caracterizado como Patrimonio Mundial”.
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