MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
La Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) han desarrollado, junto a la Universidad de Friburgo (Suiza), un nuevo marco para clasificar los impactos positivos de las especies no nativas, un proyecto que permitirá al sector de la conservación, la gestión y la justicia tomar decisiones de manejo de la biodiversidad “mejor informadas”.
El trabajo, que ha sido liderado por Giovanni Vimercati de la Universidad de Friburgo y en el que han participado Montserrat Vilà de la EBD-CSIC y Belinda Gallardo del IPE-CSIC, completa a la actual Clasificación de Impacto Ambiental para Taxones No-nativos (EICAT), desarrollada en 2014 y que originalmente solo evalúa los impactos negativos en las especies no nativas.
El nuevo marco, denominado EICAT+, se centra ahora en los posibles beneficios de las especies invasoras en la biodiversidad. Para ello, evalúa utilizando cinco escenarios, según la magnitud de los impactos positivos que pueden ser tales como “proporcionar nuevas fuentes de alimento o hábitats que aumenten la población de especies nativas o eviten su declive”, según ha puntualizado Vilà.
Asimismo, el marco también considera los mecanismos que sustentan estos impactos y la rapidez con que sus efectos podrían revertirse si se erradicaran estas especies, ha detallado el EBD-CSIC en un comunicado.
Este marco se puede aplicar a diferentes escalas espaciales, desde locales hasta globales, y diferentes niveles de organización, desde individuos hasta poblaciones, así como todos los grupos taxonómicos.
Al respecto, Gallardo ha resaltado que este marco “puede ayudar a identificar las brechas de conocimiento y ampliar la comprensión científica de las consecuencias de las invasiones biológicas”, así como puede “mejorar las tomas de decisiones en conservación al resaltar los posibles efectos no deseados de las medidas planificadas de control o erradicación que se dirigen a las especies no nativas”.
“Al reconocer que las especies no nativas tienen impactos múltiples en la biodiversidad nativa, desarrollamos un nuevo marco estandarizado basado en la evidencia científica para los impactos positivos que antes no estaba disponible”, ha agregado, por otro lado, Vilà.
Asimismo, ha asegurado que el EICAT+ “llena un vacío crítico en el campo” y “se puede utilizar para evaluar cómo las plantas o los animales no nativos utilizados en el biocontrol y la restauración contribuyen a los objetivos de conservación”.
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