OJOS NEGROS (TERUEL), 22 (EUROPA PRESS)
La localidad turolense de Ojos Negros conserva uno de los pocos molinos de viento con características del modelo mediterráneo en Aragón, que, además, mantiene su maquinaria original, convirtiéndose en el garante del patrimonio industrial de la Comarca del Jiloca.
Desde el Consistorio han indicado en declaraciones a Europa Press que “se hizo en el siglo XVI-XVII”, coincidiendo con la construcción de los de La Mancha”. A pesar de que no se tiene mucha información sobre su historia ni documentación, en Ojos Negros consideran que hace más de un siglo que dejaría de funcionar.
El entorno del Jiloca es un territorio agrícola, en su mayoría dedicado al cultivo del cereal, y para ello los municipios se equiparon con molinos harineros que permitiesen aprovechar la energía del agua o del viento.
Cerca de la mitad de los pueblos que componen la comarca contaron con un molino harinero, principalmente movido por el uso del agua. Sin embargo, Ojos Negros es el único que construyo y todavía mantiene un molino de viento “para moler el cereal”, ha subrayado una empleada municipal, Pilar Villén.
Construido en las afueras de la localidad, en el cerro de San Gregorio, sigue la tipología mediterránea con una torre cilíndrica y techumbre cónica de madera. Cuenta con dos grandes aspas que se cruzan sobre la caperuza y giran hacia la dirección del viento.
Está estructurado en dos plantas: la primera, “camareta”, dedicada a guardar diversas herramientas, y la superior, donde se encuentra toda la maquinaria original.
VISITAR EL MOLINO
“Se restauró en el año 2000 y entonces se abrió al público”, han indicado desde el Ayuntamiento, convirtiéndose en un foco turístico para Ojos Negros. El molino recibe visitas “de todo tipo, desde excursiones de colegios o jubilados hasta familias, de todo el territorio de Aragón”, ha añadido.
Es uno de los siete puntos que incluye la iniciativa ‘Pasaporte de Museos Comarca del Jiloca’, impulsada por la comarca para “hacer una ruta por los lugares destacables de la región”, que consiste en que “hay que poner un cuño en cada sitio al que se va y cuando consigues cuatro te dan un regalo, además de que si consigues todos te dan un regalo más”, ha desarrollado Villén.
Este proyecto es una manera de dar a conocer la oferta turística del Jiloca y a la vez dinamizar el territorio, “desde un sitio informas sobre los otros y le explicas a la gente que pueden ir a verlos también”, ha concluido la auxiliar administrativa.
El molino de viento de Ojos Negros está abierto al público de lunes a viernes en horario de 11.30 a 14.00 horas, y los sábados de 11.00 a 14.00 horas y de 16.30 a 19.30 horas, con un precio de 1,80 euros para la visita guiada.
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