MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
Médicos sin Fronteras (MSF) presta atención sanitaria directa en los Países Bajos por primera vez en su historia, mediante la asistencia a los 750 solicitantes de asilo varados en el exterior de Ter Apel.
Desde el pasado mes de junio, “el sobrecargado sistema de acogida de solicitantes de asilo en los Países Bajos se encuentra completamente paralizado”, explicó en un comunicado.
Según MSF, “hace años que el país tiene problemas para gestionar la acogida de los solicitantes de asilo recién llegados”.
“A quienes superan el proceso con éxito les resulta imposible encontrar una vivienda una vez que han terminado los trámites para obtener el asilo”, apuntó la ONG, y “en los centros de acogida, totalmente colapsados, no hay plazas disponibles”.
Esto ha hecho que el centro de acogida de Ter Apel, punto de entrada para quienes pretenden solicitar asilo en los Países Bajos, “se haya visto desbordado e incapaz de satisfacer las necesidades más básicas de los recién llegados”.
Hace tan solo unos días, los medios neerlandeses informaron de que unos 400 solicitantes de asilo de países como Siria, Afganistán, Somalia, Irak o Eritrea estaban durmiendo a la intemperie frente al centro, ya que la policía les había retirado las tiendas de campaña que les habían donado. La Cruz Roja de los Países Bajos, que les estaba prestando primeros auxilios, cerró su clínica varias veces debido a la sucesión de peleas e incidentes provocados por la tensión y las pésimas condiciones de vida que soportan todas estas personas.
Ante la gravedad de la situación, un equipo de MSF llevó a cabo una evaluación el pasado 19 de agosto que sirvió para constatar la falta generalizada de acceso a la atención médica, la ausencia de un sistema de triaje para las necesidades sanitarias y la falta de alimentos básicos. Muchas personas no disponían de mantas y, salvo una zona de sombra, la gente está expuesta a los elementos las 24 horas del día.
Los trabajadores de MSF atendieron a personas que padecían enfermedades crónicas no tratadas, enfermedades cutáneas, infecciones de las vías respiratorias superiores, infecciones del tracto urinario, diarrea y vómitos, problemas de salud mental, problemas dentales y lesiones en diversos estados de curación.
Con fecha de este pasado jueves, el número de personas en el campamento había aumentado hasta aproximadamente 750 sin que se haya producido ninguna mejora real en cuanto a las condiciones de vida que se ven obligadas a soportar.
“La situación ya ha provocado graves urgencias médicas”, consideró, lo que ha llevado a que MSF se haya visto obligada a prestar asistencia médica de forma directa en los Países Bajos por primera vez en sus 50 años de historia.
- Te recomendamos -