PAMPLONA, 26 (EUROPA PRESS)
La Clínica Universidad de Navarra lidera un estudio internacional que demuestra la validez de un programa de cribado que incluye teléfonos inteligentes para la detección de cáncer de cérvix o del cuello uterino, el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo.
La combinación de un sencillo método de inspección visual del cuello uterino con el uso de esta tecnología muestra una eficacia predictiva del 99% para lesiones precancerosas. Así, el estudio propone este programa como alternativa para desarrollar campañas de cribado exhaustivas y perdurables en los países de bajos recursos donde los métodos estándar de detección son inasequibles, ha informado la Clínica en una nota.
Los resultados de la investigación se han publicado en el International Journal of Gynecological Cancer (julio 2022), revista oficial de la Sociedad Internacional de Cáncer Ginecológico y de la Sociedad Europea de Oncología Ginecológica. Se trata de la principal publicación educativa sobre detección, prevención, diagnóstico y tratamiento de tumores ginecológicos.
En este trabajo multicéntrico han participado también investigadores del Hospital de Monkole y de la Universidad de Kinshasa, en la República Democrática del Congo y de la Universidad de Navarra.
UN PROGRAMA DE CRIBADO ‘LOW COST’
Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de cérvix o de cuello uterino tiene una incidencia estimada mundial de 604.000 nuevos casos y de 342.000 muertes. En torno al 90% de esos nuevos casos y fallecimientos ocurrieron en países con pocos recursos. “Pese a estos datos, el cáncer de cuello uterino es una enfermedad curable si se diagnostica en una etapa temprana de la enfermedad”, señala el doctor Luis Chiva, director del Departamento de Ginecología de la Clínica Universidad de Navarra y autor principal del artículo.
Un control integral de la enfermedad consiste en la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), cuya infección causa cerca de un 50% de los casos de cáncer de cérvix. Al sistema de vacunación le siguen programas de cribado para su detección precoz y, finalmente, un diagnóstico y tratamiento del cáncer invasivo.
El Observatorio Global del Cáncer de la OMS señala que África es el continente con mayor incidencia y mortalidad por este tipo de cáncer, especialmente en los países subsaharianos donde los programas de cribado de cáncer de cérvix son escasos o inexistentes debido, en gran medida, a la falta de recursos y de personal especializado.
Una práctica eficaz para la detección de la enfermedad premaligna en países con pocos recursos es la inspección cervical con ácido acético. “Partiendo de este conocimiento, diseñamos un programa de cribado que combina ácido acético y yodo a la inspección visual cervical realizada por personal sanitario no especializado, junto con imágenes tomadas con un ‘smartphone’ -tecnología que existe en la mayoría de los países de bajos recursos- y reevaluadas por un experto externo”, señala el doctor Chiva.
EL CONGO
Este programa de cribado del cáncer de cuello se ha validado en el Hospital de Monkole, en Kinshasa, República Democrática del Congo. En este país el cáncer de cérvix uterino es la enfermedad oncológica más prevalente entre las mujeres. Al no existir ningún control integral de la enfermedad, la mayoría de pacientes son diagnosticadas en un estadio avanzado de la enfermedad y, por lo general, sin una opción terapéutica.
En el estudio participaron un total de 480 mujeres. Tras comparar los resultados obtenidos con la prueba de inspección visual combinada con los estudios de citología realizados en el Departamento de Patología de la Universidad de Navarra, los investigadores determinaron que el valor predictivo negativo para las lesiones premalignas fue del 99,7%. “Estos resultados son alentadores ya que permiten descartar lesiones citológicas precancerosas en la mayoría de los casos. Por tanto, esta prueba de inspección visual combinada podría ser un método válido y asequible para promover y aumentar el uso de programas de cribado en regiones con pocos recursos. A su vez, este programa también favorece la formación de su personal sanitario lo que contribuye al mantenimiento de estos programas en el tiempo”, defiende el doctor Chiva.*
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