MADRID, 25 (SERVIMEDIA)
El calor ‘peligroso’ o ‘extremadamente peligroso’ causará momentos de estrés más comunes a finales de este siglo en zonas próximas al ecuador de la Tierra.
Así lo prevé un equipo de investigadores de las universidades de Washington y de Harvard (Estados Unidos) en un estudio publicado este jueves en la revista ‘Earth & Environment’.
Recientemente se han producido olas de calor sin precedentes desde Delhi (India) hasta el noroeste del Pacífico y se espera que aumente el número de esos episodios mortales.
La nueva investigación prevé una variedad de impactos de calor en todo el mundo para fines de este siglo, dependiendo de las futuras emisiones de gases de efecto invernadero.
“Los episodios de calor sin precedentes de los veranos recientes serán mucho más comunes en lugares como América del Norte y Europa”, indica Lucas Vargas Zeppetello, quien realizó la investigación como estudiante de doctorado en la Universidad de Washington y ahora es investigador posdoctoral en Harvard.
Vargas Zeppetello añade: “Para muchos lugares cercanos al ecuador, en el año 2100 más de la mitad del año será un desafío trabajar al aire libre, incluso si comenzamos a reducir las emisiones”.
“Nuestro estudio muestra una amplia gama de posibles escenarios para 2100. Esto demuestra que las elecciones de emisiones que hacemos ahora siguen siendo importantes para crear un futuro habitable”, apunta.
‘ÍNDICE DE CALOR’
El estudio analiza una combinación de temperatura y humedad del aire conocida como ‘índice de calor’, que mide el impacto en el cuerpo humano. El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos fija el índice de calor ‘peligroso’ en una temperatura de 39,4ºC. El de calor ‘extremadamente peligroso’ se sitúa en 51ºC, que se considera inseguro para los humanos durante cualquier periodo de tiempo.
“Estos estándares se crearon primero para personas que trabajan en interiores en lugares como salas de calderas; no se consideraron como condiciones que ocurrirían en entornos ambientales al aire libre. Pero los estamos viendo ahora”, recalca Vargas Zeppetello.
El estudio señala que incluso si los países logran cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento a 2ºC con respecto a la era preindustrial, cruzar el umbral ‘peligroso’ será de tres a 10 veces más común para 2100 en Estados Unidos, Europa occidental, China y Japón. En ese mismo escenario, los días ‘peligrosos’ podrían duplicarse para 2100 en los trópicos, lo que cubriría la mitad del año.
En el peor de los casos, cuando las emisiones permanezcan sin control hasta 2100, las condiciones ‘extremadamente peligrosas’ -cuando los humanos no deberían estar al aire libre durante ningún período de tiempo- podrían volverse comunes en los países más cercanos al ecuador, especialmente en India y África subsahariana.
“Es extremadamente aterrador pensar qué pasaría si 30 a 40 días al año excedieran el umbral extremadamente peligroso”, indica Vargas Zeppetello, que añade: “Estos son escenarios aterradores que aún tenemos la capacidad de prevenir”.
El estudio se basa en un método de probabilidades para calcular el rango de condiciones futuras. En lugar de utilizar las cuatro vías de emisiones futuras incluidas en los informes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), los autores utilizan un enfoque estadístico que combina datos históricos con proyecciones de población, crecimiento económico e intensidad de carbono (la cantidad de carbono emitida por cada dólar de actividad económica) para predecir el rango probable de futuras concentraciones de dióxido de carbono (CO2).
Los autores tradujeron los niveles más altos de dióxido de carbono en un rango de aumentos de temperatura global y luego observaron cómo eso afectaría los patrones climáticos mensuales globales.
Los resultados subrayan la necesidad tanto de reducir las futuras emisiones de gases de efecto invernadero como de proteger a las poblaciones, especialmente a los trabajadores al aire libre, contra el calor ‘peligroso’.
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