MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, apostó este miércoles por “acelerar” las inversiones en infraestructuras del agua para “modernizar” el sistema y que su administración deje de ser como “a principios del siglo XX”.
La actual reserva nacional de los embalses se sitúa a un 36,9% de su capacidad total, lo que supone el nivel de agua embalsada más bajo a estas alturas del año desde 1995.
La situación de sequía ha propiciado que la central hidroeléctrica de Rialb (Lleida) haya detenido este miércoles su actividad porque su embalse está por debajo del 7% de su capacidad, mientras que hace un año se situaba en un 49%.
La vicepresidenta tercera del Gobierno indicó, en declaraciones a Telecinco recogidas por Servimedia, que su departamento trabaja en invertir más en infraestructuras hídricas para “maximizar la capacidad de gestión con un nivel de detalle muy importante”.
“Esto nos permite modernizar toda nuestra infraestructura y toda nuestra administración del agua, que en muchos casos sigue siendo una administración del agua más propia de principios del siglo XX que no del XXI”, indicó.
En alusión a la Mesa Nacional de la Sequía, cuya convocatoria ha solicitado diversos dirigentes del PP, Ribera recordó que fue convocada el pasado 4 de marzo, tras la cual el Consejo de Ministros aprobó un real decreto-ley con medidas urgentes de apoyo al sector agrario para que su gestión en momentos de sequía no sea lo “terrible” que fue “en ocasiones pasadas” en España.
“Introducimos medidas excepcionales limitando o controlando el acceso a agua para otros usos que no fueran abastecimiento urbano, facilitando una reducción de costes del agua para los regantes e impulsando la inversión extraordinaria en infraestructuras de agua porque en estos momentos, en línea con toda la nueva planificación del ciclo del agua, cualquier gota de agua es preciosa”, indicó.
Ribera subrayó que el Gobierno trabaja en “acelerar” la inversión en infraestructuras hídricas para “maximizar la capacidad de gestión con un nivel de detalle muy importante”. “Es un asunto muy serio”, recalcó, antes de añadir que los efectos del cambio climático en España se traducen en “estrés hídrico” con “sequías más intensas” o lluvias torrenciales, así como “estrés térmico” por “temperaturas muy elevadas” que pueden causar “incendios terroríficos”.
Posteriormente, Ribera comentó en declaraciones a laSexta, recogidas por Servimedia, que el Gobierno lleva “cuatro años trabajando en agua” porque los escenarios climáticos prevén “tensión” en torno a la disponibilidad de este recurso, bien por sequías intensas o por riesgo de inundaciones o lluvias torrenciales.
Subrayó que el Ejecutivo prevé aprobar los planes hidrológicos del tercer ciclo antes de que concluya este año y apuesta por un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de digitalización del ciclo urbano del agua con el que espera reducir las pérdidas de agua.
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