MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
La catedrática de microbiología y enfermedades infecciosas en la facultad de Medicina del Monte Sinaí en Nueva York, Ana Fernández-Sesma, ha recibido el Premio internacional durante la celebración de la XXXI edición de los Premios Fedepe.
Estos galardones distinguen a mujeres directivas, profesionales y empresarias, así como a empresas, instituciones y medios de comunicación comprometidos con la igualdad, el talento y el liderazgo femenino.
Ana Fernández-Sesma cuenta con una larga y exitosa trayectoria de investigación. Lleva más de tres décadas dedicadas a la microbiología, disciplina de la cual ha obtenido la cátedra en 2016 en la Facultad de Medicina del Monte Sinaí de Nueva York. De hecho, durante 10 años ha sido directora de los estudios doctorales del área de Microbiología de la misma universidad.
Asimismo, participa en comisiones de evaluación para el Instituto Nacional de la Salud (NIH), el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), y para el Departamento de Defensa de Estados Unidos (DoD). Además, es miembro del Consejo Científico de la División de enfermedades infecciosas y microbiología del NIH desde el 2018, y en los últimos dos años ha estado involucrada en investigación y divulgación científica sobre SARS-CoV-2, covid-19 y la importancia de la vacunación en diferentes medios de comunicación.
Su larga trayectoria como científica a nivel internacional y su experiencia como mujer investigadora le han permitido comprobar que en este ámbito las mujeres que llegan a puestos de liderazgo “son la excepción que confirma la regla”, por ello valora mucho que los premios de Fedepe también tengan en cuenta a las mujeres científicas, pues “es una profesión en la que las mujeres deberíamos también destacar”.
Para Fernández-Sesma, compaginar la vida personal con la profesional no es fácil, pero la clave está en “contar con una pareja o personas de confianza que vayan de nuestra mano, nos apoyen y acompañen”.
Al recoger el Premio Fedepe destaco que “por desgracia y por suerte esta pandemia ha visibilizado mucho la investigación y la ciencia”. Se trata de un hecho positivo en parte para Fernández-Sesma, ya que espera que ello “sirva de inspiración para muchas chicas y las anime a perseguir su sueño de ser científicas”. “Son unos años duros, pero al final se consigue”, dijo.
Por último, agradeció a la organización dar visibilidad a la ciencia y a las mujeres científicas, y ha mostrado su satisfacción y orgullo: “es un honor y sorpresa para mi recibir el premio internacional”.
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