El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha visitado hoy la recién finalizada red de calor con biomasa del complejo Fuentes Blancas, en Burgos, que ha supuesto una inversión de 907.500 euros. La infraestructura ha sido promovida por la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente (SOMACYL), dentro de su programa de actuaciones de ahorro y eficiencia energética.
La red de calor instalada por Somacyl en el completo burgalés de Fuentes Blancas está diseñada para dar suministro de energía térmica, calefacción y agua caliente sanitaria a tres a edificios titularidad de la Diputación de Burgos: la residencia de asistidos, el colegio y la residencia de ancianos.
Los tres edificios cuentan con salas de calderas que utilizaban como combustible gas natural y que ha sido sustituido por combustible de biomasa, en concreto por astilla forestal procedente de los montes de Castilla y León. El combustible se almacena en un silo en superficie desde el que se trasiega la biomasa a la caldera mediante un sistema de ‘toploader’ y redler.
La central de producción de calor cuenta con una potencia térmica instalada de 1500 KW útiles, mediante una única caldera de biomasa con tecnología de parrilla móvil. La producción anual de energía útil se estima en 3.150.000 KWh/año, lo que supondrá un consumo anual de astilla forestal de 1.100 toneladas / año.
La instalación cuenta con un depósito de inercia con una capacidad total 30.000 litros. Desde el depósito de inercia parte la red de tuberías, que conecta la nueva sala de calderas de biomasa con las salas de calderas de los tres edificios. Dicha tubería se ha realizado en acero preaislado y discurre enterrada, con una longitud total de 1.950 metros.
En busca de una mayor eficiencia energética, la instalación ejecutada cuenta con un avanzado sistema de control que permite en todo momento visualizar y telegestionar la instalación a distancia, mediante un acceso remoto vía web.
La inversión total de la infraestructura ha sido de 907.500 euros, lo que permitirá una disminución de emisiones de CO2 de 737 toneladas/año.
Somacyl ha iniciado también en la capital burgalesa la puesta en marcha de la red de calor en el polígono de Villalonquéjar, que contará con una nueva caldera de biomasa de 8 MW en la central de trigeneración existente en la parcela anexa a la factoría de L’Oreal, desde la cual se suministra, desde el año 2015, agua caliente, agua fría, vapor y electricidad 100 % renovable a la multinacional francesa. Esta parte de la actuación ya se ha llevado a cabo a lo largo de 2017, con una inversión de 2.180.000 euros.
Además, está prevista la construcción de una red de canalizaciones de tubería preaislada a lo largo de la calle López Bravo y su interconexión con las tres primeras industrias interesadas en recibir el suministro térmico centralizado con biomasa. Esta otra parte de la actuación está pendiente de la obtención de licencias municipales para poder ser llevada a cabo y supondrá una nueva inversión de 1.450.000 euros.
Estas actuaciones se inscriben en el ambicioso programa de actuaciones de ahorro y eficiencia energética promovidos por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente a través de Somacyl, que hasta el momento se ha materializado en más de 30 actuaciones para la sustitución de combustibles fósiles por biomasa mediante la instalación de calderas individuales y redes de calefacción centralizadas, utilizando como combustibles pellets de madera y astilla forestal, todo ello con una inversión realizada hasta la fecha de 33.700.000 euros.
Actualmente más de cien edificios públicos de Castilla y León se suministran con biomasa, consumiendo 27.500 toneladas de astilla forestal y 1.100 toneladas de pellets, alcanzando los 71.500.000 kWh útiles y una reducción de emisiones de CO2 a la atmosfera de 26.500 toneladas/año.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente ha recordado que la política de la Junta de Castilla y León consiste en seguir impulsando los programas de eficiencia energética con la implantación de este tipo de redes de calor que, mediante recursos autóctonos, crean valor añadido y empleo, al tiempo que contribuyen al mantenimiento de los bosques y a evitar incendios.
Suárez-Quiñones subrayó que con estas inversiones, que utilizan como combustible pellets de madera y astilla forestal, “se fomenta la sustitución de combustibles fósiles por biomasa con el doble objetivo de impulsar las energías renovables y el aprovechamiento de recursos naturales, en concreto, el enorme potencial de recursos de biomasa que albergan los montes, con una capacidad de producción que supera los 6,5 millones de toneladas anuales, de los que únicamente se aprovechan algo más de un 9 %”.
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