PALMA, 22 (EUROPA PRESS)
En Mallorca se han construido 5.271 piscinas entre 2015 y 2021, lo que supone 17 piscinas cada semana y una media de 880 piscinas cada año, según un estudio elaborado por la organización ecologista Terraferida.
Mediante una comparativa de imágenes aéreas de la isla se han identificado estas más de 5.000 piscinas, 1.765 de ellas en suelo rústico y 3.506 en suelo urbano.
Para Terraferida, estos resultados preliminares señalan la construcción “masiva” de piscinas como “uno de los impactos territoriales y urbanísticos más destacados” entre los años 2015 y 2021.
Las piscinas fuera de núcleos de población suponen un tercio del total, “y suelen destruir mucha superficie a su alrededor con soláriums, césped, edificios anejos y otros usos que se quedan en el agrario o forestal”.
La organización puntualiza que ésta es una cifra mínima debido a que no se pueden identificar este tipo de infraestructuras si están cubiertas, si la imagen no es de calidad suficiente o la excavación observada en la imagen genera dudas. Terraferida ha contabilizado sólo las piscinas de obra y ha descartado las desmontables, que también se han extendido en los últimos años, especialmente en el suelo rústico.
Estas 5.271 piscinas de nueva construcción se suman a las 43.697 que ya existían en Mallorca antes de 2015, lo que hace un total de 48.968 piscinas en la actualidad. En el conjunto de Baleares las piscinas existentes hasta 2015 eran 62.500 y fueron contabilizadas por un equipo de investigadores de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y la Universidad de Salzburgo entre 2006 y 2015.
Terraferida ha recalcado que dicho estudio “ya advertía que la construcción masiva de piscinas ponía en riesgo los recursos hídricos de las Islas por su muy elevado consumo de agua y por la evaporación que se produce, que fue cuantificada en casi 5 millones de litros por año, y que representa cerca de 5 por ciento del consumo urbano”.
Por municipios, Palma es donde se han construido más piscinas en los últimos seis años (448), aunque destaca el caso de Santanyí con 400 pero contando con una población mucho menor que la capital. Siguen a estos dos municipios los de Manacor (388), Marratxí (366), Llucmajor (318), Calvià (314), Campos (284) y Artà (151).
Sin embargo, si se compara el número de piscinas en relación al número de habitantes, la densidad la encabeza Santanyí seguido de Campos, Sineu y Artà; municipios que “ya tienen graves problemas de agua” debido a “pozos salinizados, contaminados por nitratos, sobreexplotados o dependientes de las desaladoras, lo que supone un consumo energético muy elevado”.
Terraferida ha incidido en que algunos ayuntamientos llevan semanas ordenando medidas restrictivas ante la falta de agua potable y la sequía, que incluyen la prohibición de llenar piscinas o regar jardines. “Que ninguna administración contemple restricciones a la construcción masiva de piscinas en las políticas hídricas y con un futuro de escasez de agua es sencillamente incomprensible”, han apostillado los ecologistas.
En este contexto, Terraferida propone prohibir la construcción de más piscinas en Mallorca, salvo piscinas públicas en pueblos de interior; prohibir en suelo rústico nuevas edificaciones dispersas y restringir la utilización del suelo rústico para usos agrarios y recreativos; y reclasificar todos los suelos urbanizables en suelo rústico para impedir nuevos desarrollos.
Además, reclama cubrir las piscinas existentes cuando no se utilicen, para evitar al máximo la evaporación; obligar a implementar sistemas de depuración y reutilización de agua eficientes; y establecer tarifas progresivas en el precio del agua que graven el consumo abusivo ligado a piscinas y jardines de alto consumo.
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