VALÈNCIA, 21 (EUROPA PRESS)
El Museu de les Ciències cuenta con dos ejemplares jóvenes de ajolotes que por su “curioso y enigmático” aspecto sorprenden al visitante en el ‘Bosque de Cromosomas’, la exposición sobre el genoma humano ubicada en la tercera planta del Museu y que explica de forma interactiva los 23 pares de cromosomas del interior de las células humanas con maquetas de hasta 10 metros de altura.
El nombre ajolote proviene de la lengua Nahuatl, utilizada por los antiguos aztecas, y se traduce como “Perro de Agua”. Es un anfibio fuera de lo común que ha quedado en estado de larva de manera permanente, ha indicado la Generalitat en un comunicado.
Mientras los anfibios adultos se transforman en animales terrestres, el ajolote (Ambystoma mexicanum) es capaz de conservar durante toda su vida las características de su infancia: branquias externas como los renacuajos, aleta caudal, no desarrolla plenamente los pulmones, entre otro.
Esta condición llamada neotenia le permite alcanzar la madurez conservando características juveniles que son totalmente acuáticas.Los dos ejemplares pueden contemplarse en el módulo dedicado al cromosoma 2 de la exposición que explica cómo la especie humana es la que mantiene un estado de preadulto durante más tiempo y que la clave que permitió el crecimiento del cerebro humano fue probablemente un cambio genético que hizo más lento el proceso de su desarrollo embrionario.
Además de su aspecto sorprendente, los ajolotes presentan una gran capacidad regenerativa lo que ha llamado la atención en el ámbito de la investigación y se ha trabajado para analizar su genoma e identificar las células encargadas de reiniciar el proceso regenerativo y, de esa manera, describir las rutas moleculares que lo dirigen.
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