Emilio Carrillo avisa de que no se debe “culpar al ficus” de la caída de ramas y señala que “es un problema de cuidados”
SEVILLA, 18 (EUROPA PRESS)
Después de que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número nueve de Sevilla haya ordenado la suspensión cautelar de la licencia de tala del ficus centenario de la parroquia de San Jacinto, concedida por el Ayuntamiento hispalense a instancias de la orden dominica, los colectivos contrarios a la tala del emblemático ejemplar han anunciado una “denuncia complementaria”, avisando de que ha sido la empresa contratada por la iglesia para la tala y no el Consistorio quien ha comenzado a adoptar las medidas ordenadas por el juzgado para evitar daños a personas o bienes.
En concreto, en el marco del recursos interpuesto por la Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza contra la licencia concedida por el Ayuntamiento de Sevilla a la parroquia de San Jacinto para talar el centenario ficus de gran porte del patio de dicho templo, tal instancia judicial ha accedido a la petición del colectivo de suspender cautelarmente la licencia, en espera de la resolución del fondo del litigio.
Así, el juzgado ordenaba la mañana de este mismo jueves, con los trabajos de tala ya avanzados, “suspender con carácter inmediato los trabajos de tala del ficus, mientras se resuelve esta pieza separada, debiendo adoptar la Administración las medidas necesarias para evitar daños a personas o bienes que pudieran producirse como consecuencia de la paralización de estos trabajos de tala”.
Ello, en un contexto en el que el párroco de San Jacinto alega “cinco estudios” que avalan la “necesidad” de la tala a cuenta de las repetidas caídas de ramas, la más grave en marzo de 2021 con seis heridos, tres de ellos hospitalizados; así como la afección de sus raíces a la estructura del propio templo, mientras los vecinos contrarios a esta medida avisan de un “atentado incomprensible e inadmisible” al patrimonio arbóreo de Sevilla, recordando el carácter emblemático de este ficus y reclamando otras soluciones.
EMILIO CARRILLO: “NO SE PUEDE MATAR A UN SER VIVO DE ESTA MANERA”
En ese sentido, tras la mencionada decisión judicial, de carácter cautelar, Emilio Carrillo, otrora concejal de Urbanismo y vicealcalde durante el mandato del alcalde socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, ha explicado en declaraciones a Europa Press Televisión, en calidad de “colaborador” con las asociaciones medioambientalistas de Triana, que “no se puede matar a un ser vivo de esta manera”.
Carrillo ha avisado de que una vez que la Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza impugnó la licencia de tala y solicitó la medida cautelar de suspensión de la misma, la empresa contratada por la parroquia para estas actuaciones comenzó a “talar desesperadamente” el ficus, trabajando “hasta media noche”, quizá con idea de “cargarse el objeto del recurso” y que el juzgado “archivase el caso” al estar ya talado el árbol, según ha expuesto.
Valorando la decisión judicial de suspender cautelarmente la licencia de tala, hasta resolver sobre el fondo del litigio, Emilio Carrillo ha señalado “lo que queda del árbol” tras las avanzadas labores de tala de sus ramas, considerando que “afortunadamente, todavía se le puede mantener con vida”.
QUIÉN ADOPTA LAS MEDIDAS
Y mientras el Ayuntamiento esgrime que ha notificado a la parroquia el auto de suspensión cautelar de la licencia, instando a la orden dominica a “adoptar las medidas necesarias para garantizar la integridad de las personas y así evitar daños para las personas o bienes que pudieran producirse como consecuencia de la paralización de la licencia, con asesoramiento de los propios técnicos de la Gerencia”, Carrillo ha señalado que el auto atribuye a la Administración local la adopción de tales medidas, criticando que casi a las 17 horas de la tarde las actuaciones corriesen a cargo de la empresa contratada por la parroquia para la tala.
“Tiene que ser la Administración la que se haga cargo”, ha aseverado, lamentando que el Ayuntamiento no haya hecho “caso” de este aviso, extremo ante el cual los colectivos han optado por “presentar una denuncia complementaria” ante el juzgado, según ha manifestado.
Emilio Carrillo ha reconocido además que ante las caídas de ramas de este ficus, sobre todo la acontecida en marzo de 2021 con seis heridos, “la seguridad es prioritaria”, pero ha avisado de que el árbol “no es un asesino”. Recordando que la parroquia, como propietaria del ejemplar, “tiene la obligación de podarlo y acondicionarlo”, ha señalado que en caso contrario corresponde al Ayuntamiento la “ejecución subsidiaria” de tal labor, como sucedió por ejemplo en 2016, cuando el Consistorio acometió medidas al constatar que no lo hacía la orden dominica, que alega que estas actuaciones necesitan desembolsos de miles de euros.
“UN PROBLEMA DE CUIDADOS”
En cualquier caso, Carrillo ha asegurado que se trata de “un problema de cuidados”, lamentando que se intente “culpar al ficus” cuando “la responsabilidad es de la propiedad”, que de su lado advierte de que el árbol “crece de forma desmesurada en el lugar menos adecuado”, afectando a la estructura del templo e implicando riesgos para los viandantes.
Respecto a la afección de las raíces a la propia parroquia, Carrillo ha alegado que respecto a ello la orden dominica sólo ha esgrimido “un informe de un arquitecto”, elegido por ceñirse a “sus intereses”, según ha considerado, asegurando de su lado que la propiedad no acepta que la Universidad de Sevilla acometa un estudio.
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