MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Codespa ha logrado implementar una estrategia de éxito que aúna el desarrollo social con la agricultura climáticamente inteligente (CSA) en Filipinas. En este país trabaja, desde hace siete años, con actuaciones a favor de pequeños productores de algas que viven en la región de Caraga.
Esta región costera situada en la isla de Mindanao, además de ser una de las zonas más vírgenes e inexplorables del país, es también una de las más castigadas por el clima: sus habitantes sufren al año una media de 25 tifones, lo que supone un riesgo enorme de perder todo lo que tienen, como alerta la ONG.
En este contexto, señala que las algas son uno de los principales medios de vida para sus habitantes. Concretamente, en el municipio de Hinatúan, que alberga una población de casi 45.000 personas, hay 10.500 pescadores y 420 son productores de algas, con un espacio de 730 hectáreas dedicadas a esta actividad.
Por ello, Codespa lleva a cabo acciones con un triple impacto: conservar y concienciar sobre el cuidado del entorno, impulsar una mayor resiliencia de los productores ante las inclemencias climáticas y fortalecer la economía local del mercado de algas, gracias a su metodología “cadena”.
De este modo, en una primera fase, organiza con la cooperativa HSWPA varias jornadas de escuelas de campo, formadas por grupos de 6 a 7 personas, en las que recibieron formación en buenas prácticas para agregar valor al producto, como supervisar los parámetros de calidad del agua, cumplir el proceso de secado correcto, o clasificar y almacenar las algas de forma eficaz son algunos ejemplos. A raíz de ello, se ha logrado sensibilizar a la población sobre la correcta gestión de los recursos naturales, además de ofrecer los incentivos económicos para profesionalizar su trabajo.
Otra clave del éxito, añade Codespa, ha sido apostar desde el principio por el liderazgo de la cooperativa en el proceso comercial. En los primeros tres años, además de vender localmente, la cooperativa fue capaz de enviar 4 contenedores de alga, en condiciones económicas más ventajosas, a la compañía española CEAMSA, lo que ha convertido a los 146 socios de HSWPA en empresarios.
Además, se han logrado formalizar nuevas alianzas: por un lado, el gobierno local de Hinatúan ha proporcionado el acceso a financiación y las instalaciones de almacenamiento; y por otro lado, la Oficina de recursos de pesca y agua les ha ofrecido secadores y algas de mayor calidad. El Departamento de comercio e industria también se ha involucrado en la formación en material de gestión financiera y otros insumos.
Así, desde 2019 hasta la actualidad, pese a la crisis sanitaria, han pasado de enviar 4 contenedores de algas al extranjero a 12 contenedores, con un incremento del 33% en el precio por kilogramo. Los casi 200 miembros de la cooperativa se han convertido en embajadores comprometidos con el cuidado de su entorno y su efecto llamada ha permitido también atraer a 600 productores de la provincia en los últimos envíos, destaca Codespa.
Por todo ello, el objetivo de HSWPA es aumentar el número de socios para consolidar un mayor volumen de producción y llegar a nuevos clientes internacionales mientras Codespa busca atraer a nuevas compañías “para que se comprometan en preservar el medio de vida tradicional y mejorar la calidad de vida de las comunidades en el presente y en el futuro”, como detalla la subdirectora general de Codespa, Elena Martínez.
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