SEVILLA, 9 (EUROPA PRESS)
La Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape) ha anunciado que ha enviado informes, en coordinación con el Instituto Español de Oceanografía (IEO), con las zonas “que realmente merece la pena proteger” tras la propuesta de reglamento de la Comisión Europea (CE) de prohibir la práctica de arrastre y de palangre de fondo en varios espacios del Golfo de Cádiz.
Asimismo, en declaraciones a Europa Press, el vicepresidente de Faape, Alonso Abreu, ha comunicado que las zonas en las que “llevamos años faenando no son vulnerables”.
A causa de esta propuesta de reglamento, que sería ratificada en septiembre y puesta en vigor en octubre de este año, han mantenido una reunión el pasado martes con la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía en el Puerto de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), a la que ha asistido también la Federación Nacional de Cofradías y Cepesca.
Tal encuentro ha servido para poner de relieve “la grave repercusión que la propuesta de reglamento de la Comisión de prohibir la pesca de arrastre y de palangre de fondo en varias zonas del Golfo de Cádiz puede acarrear para nuestra flota”, tal y como aseguran en una nota.
Ambas asociaciones han sostenido que están de acuerdo en la protección de los ecosistemas marinos vulnerables, “pero siempre teniendo en cuenta la repercusión social y económica que puede acarrear y que irá en contra de nuestra actividad pesquera”.
Para el vicepresidente de Faape, Alonso Abreu, la normativa de la CE, además de afectar “intensamente” a las nuevas zonas de arrastre donde van a fondear los barcos al “no están acostumbradas” a tener esa presión pesquera, “se excede” por prohibir zonas de pesca en 120 metros de profundidad; se trata, según ha reseñado a Europa Press, de “algo que legalmente no puede hacer”.
Por ello, más allá de hacer un informe que muestre las áreas que realmente merece la pena proteger y aquellas que, a su juicio, no son vulnerables y donde llevan décadas faenando, han recalcado que van a solicitar distintas reuniones con las comisiones de pesca de los parlamentos Andaluz, Nacional y de Europa, de igual forma que van a emprender acciones legales en coordinación con el IEO.
Asimismo, ha expresado su voluntad de reunirse con la propia Comisión Europea antes de la aprobación del Reglamento y trabajar con el Ministerio sobre las distintas zonas previsiblemente afectadas, así como con otras Comunidades Autónomas afectadas por este proyecto.
“SIN SOPORTE CIENTÍFICO”
De otra parte, en este encuentro, los pescadores han abordado la reciente normativa española que ha limitado la longitud del copo del arte de arrastre de fondo, tanto en el caladero del Mediterráneo como en el Golfo de Cádiz, lo que, en palabras del sector, “se ha realizado sin ningún soporte científico que avale esta medida”.
Tanto Faape como Facope defienden que el arte de arrastre consta de diversas partes, con medidas variables en función de las características de cada barco, así como de las capturas a las que se dirige y que un cambio provoca una modificación del arte que va a producir una “disminución drástica de las capturas y rentabilidad de las empresas, sin que acciones de ese tipo aumente la selectividad del arte”.
Es por ello, por lo que han tenido a bien trasladar la “necesidad de modificar” la norma para establecer unas medidas mínimas en función de las características de las embarcaciones o de los propios artes y que se establezcan entre 1,5 y 3 metros el mínimo de longitud del copo, “tal y como el sector pesquero de Andalucía solicitó a la Secretaría General de Pesca”.
LA CE, “INFLUECIADA POR LAS ONG”
Además, el vicepresidente ha señalado que el hecho de “intentar defender un espacio vulnerable está cerrando todo un caladero, lo cual no tiene sentido”, ha indicado que lo complejo de esta cuestión reside en que “la CE esta influenciada por ONG que buscan quitar directamente el arte de arrastre”.
“Nosotros creemos que el arrastre en sí no es malo, sino que depende de donde se utilice”, ha apostillado el representante de los pescadores, quien ha puesto el ejemplo del Golfo de Cádiz, donde “no hay zonas que proteger en su mayoría, sino un recurso biológico del que dependen muchas personas, muchas empresas y la gastronomía de nuestra Comunidad Autónoma, no solamente los armadores”.
“El único perjudicado de que en esa zona se prohíba es el armador y el resto de empresas indirectas porque en la mayoría de esas zonas no hay nada que perder, pues llevamos décadas”, ha reiterado Abreu, que ha afirmado que “nos va a afectar muchísimo”, así como que “hemos encargado un informe socioeconómico para que lo valoren”.
Como conclusión, tanto Gallart como Abreu han lamentado que “las personas que toman la decisión no tienen idea de lo que están haciendo”.
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